viernes, 10 de febrero de 2017

Formación de las Islas Canarias. Capítulo III (Teoría del Punto Caliente)

La Teoría del Punto Caliente expone que a través del RIFT se genera nueva corteza oceánica que va desplazando hacia los extremos la más antigua, este movimiento propicia que los continentes se desplacen. Existe un foco fijo de magma en la astenosfera que expulsa materiales a la superficie y forma la isla.



La corteza oceánica se desplaza sobre la astenosfera, fruto de la presión de los nuevos materiales expulsados en el RIFT. La isla se mueve sobre la corteza oceánica. Sin embargo, el foco de magma permanece fijo en la astenosfera generando otra isla.



La corteza oceánica sigue desplazándose y empujando al continente africano, el cual se aleja del foco magmático, que cuando se activa sigue formando islas, creando un archipiélago de disposición lineal en el cual las islas más orientales pasarán a ser las más antiguas y las más occidentales las más jóvenes, al estar estas últimas cercanas o bajo la influencia directa del punto caliente. La existencia de “plumas térmicas” es lo que mantiene activas a islas como Lanzarote que se alejaron del punto caliente hace millones de años. Las “plumas térmicas” son raíces de lava desgajadas de la gran bolsa magmática.



Debilidades: Esta teoría no explica la diversidad de rocas que se encuentran en las islas y la actividad volcánica más reciente se encuentra en los extremos. No obstante, como ha sido indicado anteriormente, la existencia de “plumas térmicas” desmonta la crítica sobre la reciente actividad volcánica en lugares del Archipiélago alejados del Punto Caliente.

Próximo capítulo: Teoría de los Bloques Levantados y Teoría Sintética.

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